Pruebas diagnósticas y detección precoz del cáncer de piel

Para ello confirmamos nuestros diagnósticos mediante la realización de biopsias, dermatoscopia, micologías, luz de Wood, etc.

La mayoría de las veces, para llegar a un diagnóstico es suficiente con la clínica y la experiencia del médico dermatólogo, no obstante, en ocasiones resulta imprescindible y aconsejable realizar determinadas pruebas diagnósticas como son:

Las biopsias a partir de un pequeño fragmento de la piel enferma o a partir de la totalidad de un tumor tras su extirpación, nos proporciona una información muy útil tanto para llegar al diagnóstico de certeza como para conocer si el tumor ha sido extirpado en su totalidad a través del estudio de márgenes libres.

La dermatoscopia resulta ser una técnica diagnóstica sencilla y no invasiva, relativamente reciente, que proporciona una imagen ampliada y más nítida de la lesión dermatológica a estudiar y permite visualizar estructuras de la piel no identificables a simple vista. Se realiza mediante un dermatoscopio que se sitúa sobre la superficie de la zona de la piel a estudiar y se sirve de un sistema de magnificación mediante una lente, combinada con una fuente de luz. Muy útil en el diagnóstico precoz de tumores en la piel.

Las micologías mediante examen directo, se emplean para el diagnóstico rápido de las enfermedades por hongos, al partir de la toma de escamas de la piel. Tras su procesamiento con KOH, la preparación se examina con el microscopio y nos permite obtener un resultado en unos minutos.

La luz de Wood o luz negra está generada por una lámpara ultravioleta especial que genera fluorescencia cuando se aplica sobre la piel en ciertas enfermedades. Se realiza en una habitación a oscuras y facilita el diagnóstico y extensión en el vitíligo, melasma, algunas enfermedades por hongos o bacterias como la pitiriasis versicolor, el eritrasma, etc.